Con el fin de recuperar el valor social, histórico y productivo del Molino se diseña el Centro de la Cultura Culinaria y Artesanal Molino Tundama, con el fin de establecer en la manzana del molino un plan que reunifique el sector y provea un nuevo espacio público alrededor del antiguo complejo industrial, eliminando sus limites antiguos e integrándolo al diseño de espacio público. Se plantea la rehabilitación del edificio principal del Molino con actividades relacionadas a la culinaria, que incluye un restaurante y unos espacios de talleres para cocina y artesanía. En los otros edificios pertenecientes al complejo se realiza una adecuación funcional para proveer nuevos espacios de encuentro para la comunidad; se generan espacios de exposición y un auditorio que potencializa las actividades culturales que suceden actualmente en Culturama, así como espacios de administración (antigua casa de oficios del Molino). 

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El espacio Público diseñado recupera las dos corrientes de agua que se habían ocultado por la construcción del Molino convirtiéndolas en ejes de diseño que separan una zona de juegos pensada para la población infantil, la zona del Molino Tundama y una zona de cultivos que se conectan al convertir las culatas de las casas en zonas de comercio que potencializan las dinámicas alrededor del molino.